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LA PIEDRA DEL MEDIODÍA

Si tuviéramos tiempo.

Si tuviéramos tiempo.

http://pedroreina.net/sfd/gredos 

Me viene a la memoria una tarde calurosa de Agosto en el portal umbrío de las casas viejas, charlando con mis primos, mientras los adultos dormitaban antes de volver a la era a limpiar la mies, esperando al aire que les permitiera separar la paja del grano, hasta bien entrada la noche.

Entonces aparecía una madre con una hermosa sandía fresquita: el sol rojo del centro, con las pepitas negras adornando y la verde, casi perfecta, circunferencia delimitándolo todo. Y nosotros, con las medias lunas esplendorosas en las manos, refrescándonos la boca, llenas de agua las caras, goteando en los vestidos de vichy a cuadritos que, con tanto esfuerzo, nos habían hecho madres o hermanas. Las moscas se acercaban al banquete del dulzor de azúcar y los chorretes colorados rodeando, glotonas, cada gota, bailando a nuestro alrededor para arrebatarnos lo que pudieran.

Aparecía mi hermana mayor, que iba a bordar, con un cubo de agua para espantarlas, rociando las lanchas de piedra y huíamos todos en desbandada: las moscas a refugiarse, los hombres a la era, los niños a por más agua al río …

Y era un momento mágico de juego con los pies en el agua, al principio poco a poco, mojándonos con las regaderas y los cubos en lo que terminaba como una batalla campal y luego nuestros vestidos tendidos en las paredes de los prados y nosotros reposando sobre la hierba verde a la sombra de los sauces de la ribera del río.

Como decía Chicho:

“… Si tuviéramos tiempo

para otras cosas

que no fueran andarse

desesperando

y abominar del mundo

de cuando en cuando …” 

No llores por las tardes de Agosto, por el sol de la sandía, por el río, ni por triscar en el heno oloroso recién segado. No busques el escondite más seguro al atardecer en el Pilar.

Siempre habrá algo nuevo que recordar y que contar, si eres capaz de sentarte al frescor de algún portal de esos que aún miran al mediodía.

Ana Roncero.
 

2 comentarios

En el camino -

Te ha quedado un blog chulo, ¿eh?
El relato también es chulo.
Que la fuerza te acompañe.

Dinosaurio -

Hola, Ana. Es una preciosidad. Deberías escribir más.
Un beso.